Un Ministerio "Cerebro del Estado"
Hace unos días el Dr. Mario Hamuy, Presidente de Conicyt, visitó la Universidad del Bío-Bío para hablar sobre el proyecto de ley que crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Además de su clarísima presentación, una de las cosas que más llamó la atención fue la definición que el Dr. Hamuy le dio a esta nueva Cartera; un Ministerio “Cerebro del Estado”.
Una de las debilidades del actual sistema de administración de la ciencia y la tecnología en Chile, en la figura de CONICYT (Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica), es que al ser una repartición dependiente del Ministerio de Educación, no siempre tiene las atribuciones para construir política pública en estas importantes materias. ¿Cuántas veces se ha escuchado el apelativo de “Caja Pagadora”, atribuido a CONICYT, pues su función se centra mayoritariamente en financiar proyectos de investigación, becas de perfeccionamiento, etc.?
En este sentido, la nueva institucionalidad, al contar con rango de Ministerio, no sólo podrá elaborar políticas públicas en ámbitos científicos y tecnológicos con una mirada país, sino que además, podrá hacerlo acompañado de otros tres Ministerios; Hacienda, Educación, y Economía, a través del Comité Interministerial de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Este Ministerio entonces, tendrá la posibilidad de coordinar su quehacer con el Sistema Educativo, especialmente Instituciones de Educación Superior, a través del Ministerio de Educación, pero también con Centros Tecnológicos y Unidades de Transferencia y Licenciamiento, por medio del Ministerio de Economía (vía Corfo). Sin dejar de mencionar que el proyecto de ley, entrega a este nuevo Ministerio la responsabilidad de la Política Espacial de nuestro país, a través de su participación en la Agencia Chilena del Espacio. Todo esto con el fundamental apoyo de la Cartera de Hacienda, que permitirá viabilizar el quehacer del nuevo Ministerio, disponibilizando mecanismos y fuentes de financiamiento.
Al revisar en detalle al proyecto, además de las correspondientes figuras del Ministro(a), Subsecretario(a), y Seremis, nace también la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, de la cual dependerán Unidades Funcionales, tales como: Políticas sobre Ciencia y Tecnología; Coordinación Intersectorial e Interinstitucional; Estudios e Indicadores; entre otras.
Comienza a hacer entonces sentido la definición del Dr. Hamuy respecto de esta nueva Cartera, la que permitirá pensar el Chile que queremos de aquí en adelante. Plantear políticas concretas respecto al camino que debemos iniciar para migrar, como tanto se ha recalcado, de una economía basada en commodities a una basada en el conocimiento; de la mano de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Esto no es sino, un Ministerio “Cerebro del Estado”.
Para materializar este importante proyecto, el actual Gobierno ha comprometido un presupuesto de arranque de $5.000 millones, el que permitirá estructurar preliminarmente esta Cartera, incrementando de forma paulatina su presupuesto una vez que entre en funcionamiento. ¿Es un proyecto de ley perfectible? Claro que sí; siempre es posible encontrar oportunidades de mejora. Lo importante es que hoy se está dando una significativa señal, respecto del rol de la ciencia y la tecnología en Chile, la que junto a la importante tarea que cumple Corfo en innovación, permitirán seguir avanzando en la senda hacia el desarrollo.
